CUANDO SE VIVE ESCAPANDO
Cuantas veces hemos deseado salir huyendo cuando las cosas se complican o no salen como esperamos. Llegamos a creer que es más fácil escapar de la realidad que enfrentarla. Y tal vez se puede percibir, por algún tiempo, que esa es la solución. Pero los desafíos no desaparecen, son fieles y se van con nosotros a donde quiera que vayamos.
Con el tiempo el ser humano ha encontrado diferentes alternativas para escapar de su propia realidad. Tal vez, por ejemplo, nos casamos para escapar de casa, comenzamos una relación sin estar listos para escapar de la soledad, dejamos trabajos, proyectos o relaciones para escapar de la responsabilidad, la disciplina, las discusiones, los problemas, etc.
Lo cierto es que, al alejarnos, los fantasmas del pasado no se desmoronan. Estos volverán de alguna u otra forma. Y aun si logramos escapar, el agobio interno seguirá vivo en nosotros no importa a donde nos vayamos. No importa a que se le ponga una pausa o lo duermas, en algún momento se despertará y tendrás que lidiar con él.
No te acostumbres a escapar, viviendo superficialmente y huyendo constantemente. Además, ¿cuál es el punto de vivir huyendo de algo que de un momento a otro se tendrá que enfrentar?
No se puede escapar de la realidad por más que se quiera. Si hay algo que decir, dilo. Si hay un perdón que pedir o dar, hazlo. Si hay una responsabilidad u obligación que cumplir, cúmplela. No permitas que el tiempo se detenga en tu memoria. Lo que no se enfrenta hoy, se enfrentara mañana.
Así que, cuando sientas el deseo de escapar:
• Identifica la razón
• Enfrenta los compromisos
• Perdona y aclara dudas
• Soluciona conflictos internos
• No busques culpables
Una vez libre de cadenas mentales, los cambios serán intencionales. Se comenzará a tomar decisiones no porque deseas escapar de alguna situación, sino porque deseas evolucionar. Libera tu futuro, enfrentando tu pasado. ¡La decisión es tuya!
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Mi Mejor Enemiga” y “El éxito lo diseñas Tú.”
- Published in Sin categoría
ABRIR LA PUERTA A LA SOLEDAD
Por años se nos ha condicionado a no estar solos. Hay un miedo oculto a la soledad y se busca de cualquier forma evitarla, adormecerla o eliminarla. Incluso, muchos se quedan en relaciones destructivas por el miedo a la soledad. Es como si al estar solos, nos estamos perdiendo de algo, no somos importantes o no encajamos en las expectativas ajenas.
La soledad puede llegar a tu vida de dos formas: de manera forzada o por decisión propia. Ambas formas tienen su propio impacto. Por ejemplo, la soledad forzada es la que llega sin aviso o por circunstancias que no elegiste, afectando el estado de ánimo y ocasionando problemas físicos, sensaciones de tristeza, ansiedad, miedo, un vacío interno, depresión, etc. Este tipo de soledad puede ser destructiva si no se sabe lidiar con ella o se busca ayuda profesional.
Por otro lado, cuando se busca la soledad de forma consciente y por decisión propia, es decir, estar a solas sin sentirse solo, tienes la oportunidad de conocer una gran parte de tu ser. Porque al tener esos momentos de intimidad contigo mismo puedes profundizar en tu propia originalidad con total libertad.
Es cierto, es desafiante estar solo, pero al experimentar y disfrutar continuos instantes de soledad, fomenta tu bienestar emocional. No solo aprendes a conocerte, sino que fortaleces tu carácter al observarte a través de la introspección y el cuestionamiento continuo. Es durante la soledad que puedes contestar tus propias preguntas y aclarar cada uno de tus pensamientos. Así que disfruta de esos momentos de total libertad.
Ahora, no significa que tenemos que aislarnos todo el tiempo y permitir que la soledad se vuelva una adición, sino de disfrutar cada momento vivido. Si estamos en compañía de otras personas, disfrutarla y estar presentes. Si estamos a solas, de igual forma, estar tranquilos y disfrutar ese espacio de silencio para el cuestionamiento propio y autoconocimiento reflexivo.
Es en los momentos de soledad que:
• Logras conocerte
• La consciencia es percibida
• Encuentras tu propia compañía
• La creatividad florece
Es en el silencio de la soledad que encuentras tus respuestas más anheladas. Así que has de la soledad el momento ideal para calmar la confusión mental y observar tu propio ser. Acéptala. Elige vivir y aprender de ella. ¡La decisión es tuya!
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Mi Mejor Enemiga” y “El éxito lo diseñas Tú.”
- Published in Sin categoría
EL ABISMO DEL PERFECCIONISMO
Cuantas veces el deseo de tener la vida perfecta, la pareja, el trabajo, los amigos y la carrera perfecta, lleva a la ansiedad, culpa y frustración. Existe esa lucha interna de querer tener todo bajo control y sentirnos exhaustos al no lograrlo. Tener expectativas altas y no llenarlas.
El perfeccionismo es un arma silenciosa que nos lleva a autocastigarnos y nos consume lentamente. Y el problema no es que queramos obtener los mejores resultados posibles, tener expectativas altas o metas grandes, el problema radica en como reaccionamos cuando no llegamos a cumplirlas.
Por ejemplo, ¿te da miedo no alcanzar tus objetivos? ¿Comparas continuamente tu desempeño con la de otras personas? ¿Evitas hacer ciertas cosas por miedo al fracaso o no ser suficiente? ¿Te juzgas bruscamente en base a tus logros?
Cuando el ponerse estándares exagerados comienzan a ser una carga interna y física para la salud, es momento de reflexionar si estas cayendo en el abismo del perfeccionismo. Cuando en tu dialogo interno existen frases como: ‘eres un fracasado’ ‘nunca puedes hacer nada bien’ ‘que tonto eres’ ‘nadie te va a querer así’ ‘no vales nada’ ‘todos se burlaran de ti’ ‘no has hecho nada de tu vida’ etc.
El perfeccionismo toma más fuerza cuando hay una autoevaluación negativa hacia nosotros mismos al no lograr nuestras metas. Evaluamos compulsivamente nuestro desempeño en cada área de nuestra vida y medimos nuestro valor personal en relación con nuestros resultados.
Somos tan rígidos con nosotros mismos, que no solo causa estrés, sino que la propia autoestima se ve destruida ante el más pequeño error. No existe una medida saludable ante los posibles errores o fracasos que pudieran surgir.
¿Pero cómo modificarlo?
No es fácil modificarlo, ya que requiere de un trabajo cognitivo profundo, pero si podemos empezar con:
• Realizar actividades con el simple fin de disfrutarlas y no para obtener un resultado especifico
• Ser espontáneos
• Disminuir la autocritica
• Lograr un balance entre aceptación y cambio
• Celebrar todos los éxitos por muy pequeños que sean
• Buscar el origen de la búsqueda por la perfección
Reinvéntate día con día, dejando de perseguir el ideal de la perfección. Entiende y acéptate completamente, aun cuando no entres en el cuadro perfecto que siempre te imaginaste. Al final, eres solo tu quien decide vivir una vida imperfectamente perfecta.
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Mi Mejor Enemiga” y “El éxito lo diseñas Tú.”
- Published in Sin categoría
ESCOGE SABIAMENTE TU COMPAÑIA
Buscar el compañerismo con otros seres humanos es esencial para mantener una salud mental saludable. Los amigos son un pilar importante en nuestra vida y sobre todo en los momentos desafiantes.
Sin embargo, ¿qué tanta influencia tiene las personas más cercanas a nosotros?
La influencia social es mucho más fuerte de lo que llegamos a pensar o percibir. Y llegamos a ser un producto de nuestro propio entorno.
Los seres humanos nos conectamos por la empatía. Así que el tiempo que compartas con otras personas tendrán un efecto, no solo en tu comportamiento, sino en tus pensamientos y sentimientos. Por ejemplo, si las personas con las que te asocias son alegres, el efecto es sentir alegría. Si alguien se enoja, tendemos a imitar la misma emoción, ya sea por aprobación, empatía o compromiso. A esto se le conoce como el “efecto domino.”
El entender que no solo las emociones son contagiosas, sino los comportamientos, acciones y creencias, estaremos más alerta al escoger nuestras compañías. Si te asocias con personas que se sienten víctimas, terminaras sintiéndote una víctima. Si te asocias con personas con objetivos claros, terminaras teniendo objetivos claros. Ese es la gran ventaja de la asociación, las personas con las que te asocias te impulsarán a seguir avanzando o detendrán tu camino.
Esto no significa que tenemos que ser unos ermitaños y alejarnos de todos. O, por el contrario, juzgar constantemente lo que otros hacen o dicen. El punto es estar conscientes de los comportamientos, actitudes, pensamientos y emociones de las personas con las que te asocias y entender que estas pueden influir tu vida. Cuando tu entorno no te permite seguir evolucionando, lo más coherente es alejarte o cambiarlo.
Así que se sabio al escoger tu compañía:
– Rodéate de personas que te hagan ser mejor
– Escoge sabiamente a tus amigos
– Contagia emociones que engrandezcan a otros
De igual forma al ser selectivo en nuestras relaciones personales, decidamos qué tipo de influencia nosotros vamos a proyectar en otros. ¿Nuestros pensamientos, comportamientos y emociones mejoran la vida de los que se asocian con nosotros? ¿Somo una influencia que aporta un mejoramiento continuo?
Tú decides que tipo de compañía eliges y que tipo de compañía eres. ¡La decisión es tuya!
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Mi Mejor Enemiga” y “El éxito lo diseñas Tú.”
- Published in Sin categoría
LA VENTAJA DE SER UNICO
Hoy más que nunca hay que tener valentía para salir al mundo y ser diferente. Buscar esa parte de nosotros que por años hemos dormido. Hoy más que nunca, este mundo necesita gente autentica, consciente, pensante, responsable, gente alegre con lo que son y que saben que pueden ser mejores.
Es esencial ser valiente en un mundo donde se han creado burbujas imaginarias y se presiona de diferentes maneras para formar parte de ellas. Es momento de explorar las habilidades que te hacen único y que pueden beneficiar al bien común.
Cuando eres único, buscas la realización continua de tu ser. Encuentras satisfacción en esas cosas que la mayoría no quiere hacer, decir o pensar. Tu misma autenticidad va a requerir de ti que veas más allá de lo que tus ojos ven y hagas mas allá de lo que crees poder realizar.
El ser único ya te fue concedido, ahora, el demostrárselo al mundo va a requerir algo más de ti. El ser y mantenerte autentico va a demandar una voluntad de acero. Voluntad para alejarte poco a poco de la ilusión de tu propia autosatisfacción.
Es decir:
• Buscar el cambio y mejoramiento de ti mismo
• Retar tu complacencia
• Cuestionar a los que buscan encajarte a una manera de ser
• Cuestionar todo lo que ves y oyes
• Cuestionar la ideología que te has formado sobre ti mismo
Por supuesto no se trata de que te conviertas en alguien prepotente y soberbio que cree saberlo o tenerlo todo; sino todo lo contrario, alguien que poco a poco va descubriendo la grandeza que tiene y que se fue marchitado en el camino.
Alguien que entiende que consciente o inconscientemente, aprendió a protegerse, minimizando aquello que lo hace sobresalir.
Alguien que aprende a desarrollar una autoimagen positiva de sí mismo, conoce su capacidad y poder interior y no se siente amenazado por mostrárselo al mundo. Alguien que a pesar de su miedo interno sale de su zona de comodidad y se atreve a lograr todas esas metas que alguna vez soñó.
Permítete ser único y comparte tus capacidades y talentos libre de ataduras sociales, mentales y emocionales. ¡La decisión es tuya!
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Mi Mejor Enemiga” y “El éxito lo diseñas Tú.”
- Published in Sin categoría
EL PELIGRO DE ASUMIR
¿Cuantos problemas se han creado por el simple hecho de asumir? ¿Cuántas decisiones se han tomado basadas en lo que asumimos que es cierto?
No nos tomamos el tiempo de averiguar, conocer todos los hechos o clarificar aquello que dudamos. Preferimos asumir que las cosas son de cierta forma.
No nos damos cuenta que perdemos tanto tiempo en imaginar las razones por las que alguien actúa, dice o piensa de cierta forma. Cuando es tan fácil solo preguntar y clarificar nuestras dudas.
Asumimos, por ejemplo, lo que la gente opina o piensa de nosotros, cuando podría ser todo lo contrario. Asumimos que por que alguien nos cuenta una situación, así sucedió exactamente. Cuando esa persona lo vivió desde su propia percepción y punto de vista. Además, cada persona actúa de acuerdo con su propia capacidad y en muchas ocasiones su intención no es lastimar.
No te dejes influenciar por la opinión ajena. Por el hecho que a alguien no le gusto cierta situación o no supo manejarla, no significa que a ti no te va a gustar o tienes que rechazarla.
Por otro lado, en el momento que empezamos a asumir en lugar de conocer los hechos reales, comenzamos a crear prejuicios y barreras con otras personas o situaciones. El asumir nos quita la oportunidad de conocer realmente como sucedieron las cosas. Nos quita la oportunidad de conocer verdaderamente a otras personas, mantener relaciones constructivas y vivir experiencias únicas.
¿Cuánto tiempo nos ahorraríamos en estar creando historias, cuando lo único que se requiere de nosotros es preguntar?
Es cierto, tal vez no nos guste la respuesta cuando preguntemos. O quizás nos de miedo el saber los hechos u opiniones de alguien más, pero aun si no nos gustara, tendríamos algo seguro de que preocuparnos.
Se podría tener las razones adecuadas y la oportunidad de hacer algo, si así lo quisiéramos. Se podría evitar malentendidos, chismes, opiniones falsas, juicios y decisiones apresuradas. Pero sobre todo, se podría solucionar conflictos a tiempo.
Hay un mundo de diferencia entre lo que realmente existe y lo que asumimos que existe. Entre lo que creemos y lo que realmente es. Así que, cuando tengas dudas, simplemente pregunta.
Es a través del cuestionamiento continuo, que el asumir pierde su fuerza, creando una vida más tranquila sin historias con resultados imaginados. ¡La decisión es tuya!
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Mi Mejor Enemiga” y “El éxito lo diseñas Tú.”
- Published in Sin categoría
CUANDO EL: “YO SOY ASI” NOS ATRAPA
¿Cuántas amistades, relaciones, trabajos, conexiones, etc., hemos perdido por aferrarnos a nuestra forma de ser? ¿Cuánto hemos dejado pasar o no hemos experimentado por nuestra creencia de: “yo soy así”?
Es cierto, es importante aceptarnos como somos, pero no lo usemos como excusa o justificación para no seguir mejorando día con día… para no renovar el personaje que alguna vez creamos… para no cambiar la historia que nos hemos contado por años.
Algunas veces es más cómodo el escudarnos ante el “yo soy así” que enfrentarnos a un cambio en nosotros mismos. No es fácil el estar abiertos a mejorar, aprender, evolucionar y cambiar de dirección. ¿La razón?
Al cambiar una creencia, se tiene que remover ideologías, historias, memorias, emociones, etc., que de alguna forma han estado con nosotros toda una vida. En cierto modo estamos dejando morir una parte de nosotros que nos identifica para darle vida a otra. Se está dejando atrás todo aquello que en algún momento nos dio un lugar en nuestro mundo y una identidad ante los demás.
El aceptar y mantener nuestra creencia de “yo soy así” nos limita, dejamos de crecer, buscar, soñar, cuestionar, aprender. Nos quedamos con lo conocido por comodidad o miedo, alejándonos de todo lo que podríamos conocer o ser.
Por otro lado, cuando entendemos que podemos desaprender y reaprender, estaremos más abiertos a:
– Revisar y cuestionar nuestras creencias constantemente
– Encontrar nuevas formas de experimentar la vida
– Encontrar nuevas formas de pensar, crear y vivir
– Estar abiertos a nuevas posibilidades
– Reconocer nuestro gran poder de creación
Tal vez no logremos cambiar todas nuestras creencias, de un día para otro, que por años nos han mantenido con nuestra idea de “yo soy así.” Sin embargo, el simple hecho de ACEPTAR que “no eres así,” sino que tú DECIDES “ser así,” te dará una nueva perspectiva para reinventarte.
Fácil, no es, pero imposible tampoco. ¡La decisión es tuya!
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Mi Mejor Enemiga” y “El éxito lo diseñas Tú.”
- Published in Sin categoría
EL PRECIO DE NUESTRA HERENCIA SOCIAL
¿Cuántas de nuestras opiniones, ideas o creencias, en verdad, son nuestras? ¿Cuánto de lo que pensamos, decidimos y hacemos está basado en lo que realmente somos?
La mayoría de nuestros pensamientos, creencias y opiniones son el resultado de nuestra herencia social. Lo que creen u opinan las personas más cercanas con las que nos asociamos, crea fuertes convicciones en nosotros.
Todo surge de la tendencia que tenemos como seres humanos de imitar lo que otros hacen, dicen o piensan sin CUESTIONARLO. Incluso, cuando nosotros no creemos ciertas cosas, la constante asociación nos lleva a absorber lo que otros piensan y creen y gradualmente vamos aceptando sus creencias.
Los hábitos se observan, se aprenden y se desarrollan. Y la constante asociación con otras personas y los medios sociales cambian nuestras opiniones y puntos de vista, debilitando nuestro propio pensamiento. Aun cuando tengamos la idea que no se nos influye, la asociación continua con otros tiene un efecto en nuestro ser y en nuestra vida.
Por supuesto, es más fácil aceptar lo que alguien más dice, que darnos a la tarea de investigar y pensar por nuestra propia cuenta. Pero, ¿a qué precio? En el momento que comienzas a cultivar ideas ajenas, vas perdiendo poco a poco tu identidad, tu esencia y la posibilidad de ser un pensador libre y autentico.
No permitamos que otros impongan sus propios puntos de vista en base a lo que ellos vivieron o alguien más les hizo creer. Tenemos el gran privilegio de pensar por nosotros mismos y crear nuestras propias opiniones.
No creas todo lo que ves, escuchas o te dicen sin antes cuestionarlo e investigarlo. Usa tu mente y decide si aceptas o rechazas cualquier idea impuesta que no te beneficia. Al final, tus asociaciones te debilitan o te ayudan a crecer y evolucionar.
Usa tu privilegio de decisión y se sabio al decidir:
• Con quien compartes tu tiempo
• A quien escuchas
• Que ideas aceptas
• Que hábitos adoptas
Cuando tienes una idea clara de donde surgen tus pensamientos u opiniones, no hay ambiente o persona alguna que influya en tus decisiones y acciones. Investiga, cuestiona, pero sobre todo piensa por ti mismo y llega a tus propias conclusiones. ¡La decisión es tuya!
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Mi Mejor Enemiga” y “El éxito lo diseñas Tú.”
- Published in Sin categoría
VIVAMOS NUESTRO PROCESO
Vivimos en tiempos donde se está creando una cultura con soluciones inmediatas. Se busca obtener resultados de la forma más fácil y rápida posible, sin esfuerzo o disciplina alguna. Es cierto, estamos en una época con muchos cambios y se requiere de nuestra acción instantánea. ¿Pero a cambio de qué?
Queremos obtener cuerpos perfectos SIN ejercicio o alimentación balanceada; queremos que nos den los resúmenes de los libros, para NO leerlos completos; queremos que funcionen nuestras relaciones SIN dedicarles tiempo y atención; queremos tener el conocimiento SIN la disciplina del estudio o experiencia; queremos tener resultados excelentes SIN el esfuerzo o incomodidad.
Nos estamos olvidando que todo tiene su proceso y que aquello que se apresura, sin permitirle pasar por él, pierde su esencia en el camino. La naturaleza, por ejemplo, tiene su proceso. La cosecha tiene un proceso. La vida humana misma, en cada una de sus etapas, tiene un proceso.
En el momento que le damos más valor a la recompensa inmediata y nos olvidamos del proceso mismo, estamos eliminando una parte esencial en nuestro crecimiento y maduración, el APRENDIZAJE.
Es cierto, las soluciones inmediatas te pueden sacar de los apuros y desafíos a corto tiempo; sin embargo, no te dará la sabiduría que necesitas para enfrentar los que tendrás en el futuro. Analiza tu vida. No aceptes o busques soluciones inmediatas o conocimiento exprés. Te mereces más que eso. Eleva tus estándares.
Cuando aceptamos y vivimos nuestros procesos, aun los que no nos agradan, le estamos agregando experiencia, aprendizaje, nuevas formas de actuar y pensar a nuestra vida. Nuestro carácter se agudiza y nuestra sabiduría se expande, madurando emocional y psicológicamente.
Pero se necesita de mucha fuerza de voluntad.
El sentirnos incomodos por un tiempo durante el proceso, nos da la ventaja de valorar y disfrutar lo que vivimos después, de una manera permanente y no fugaz, eliminando la adición a la recompensa inmediata.
Convirtámonos en un SER que con paciencia y disciplina vive su propio proceso:
• Alguien que poco a poco se va puliendo día con día
• Alguien que está creando una esencia fuerte
• Alguien que se va reinventando y auto-conociendo
Es a través de nuestro propio proceso de vida y aprendizaje, que la sabiduría llega y encontramos nuestras propias respuestas. ¡La decisión es tuya!
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Mi Mejor Enemiga” y “El éxito lo diseñas Tú.”
- Published in Sin categoría
CERRANDO CIRCULOS
No importa que tanto intentemos seguir adelante, sino logramos cerrar ciclos en nuestra vida, no avanzaremos y nos mantendremos estancados. No solo nos detendrá al querer comenzar algo nuevo, sino que nos será más desafiante el poder disfrutarlo.
Por ejemplo, cuantas personas no pueden comenzar una relación nueva porque no pueden cerrar el ciclo con una relación pasada. Nos aferramos a trabajos destructivos, lugares, parejas, amistades que aun sabiendo que ya no aportan nada a nuestra vida, seguimos manteniéndolas.
Las razones suelen ser muchas, tal vez emocionales, mentales o psicológicas.
Si durante algún tiempo, por ejemplo, esa amistad o relación de pareja te hizo sentir seguro, contento o te dio algo que en ese momento necesitabas, te será más desafiante cerrar el círculo. Nos aferramos a querer experimentar o sentir lo que sentimos en el pasado.
O quizá estamos esperando algo y el cerrar el círculo significa matar la esperanza de recibirlo. Tal vez buscamos ese perdón que nunca llega, ese cambio que no se produce, esa explicación que nos haga entender o simplemente buscamos encontrar la sensación que algún día sentimos. Y lo único que pasa, es el tiempo.
No es fácil cerrar círculos, pero entre más rápido aceptes que se terminó una etapa en tu vida, más pronto comenzara tu duelo y nuevas oportunidades llegaran.
Es esencial que la decisión de cerrar un circulo sea tuya, de manera consciente y sin expectativas. Desecha el querer tener el control de las reacciones ajenas o alimentar la esperanza que las cosas cambiaran. Si sucede y cambian, excelente, si no, sigue adelante. Cierra la puerta a aquello que no te permite evolucionar y crecer.
No sacrifiques tu presente y futuro por tu pasado. Deja de perseguir lo que se ha desvanecido. Deja de revivir lo que ha muerto. Entiende que aquello que se va de tu vida, ya cumplió su propósito, aun cuando no aceptes el resultado.
Así que:
- Acepta el ciclo de la vida
- Haz paz contigo mismo al cerrar un ciclo
- Haz paz con tu pasado
- Dale la bienvenida a la incertidumbre
Al final, si deseas cultivar y disfrutar nuevas experiencias en tu vida, solo tienes que crear el espacio para vivirlas. ¡La decisión es tuya!
©Laura Evelia – Autora de los libros: “Mi Mejor Enemiga” y “El éxito lo diseñas Tú.”
- Published in Sin categoría